La seguridad de redes se enfoca en proteger la integridad y la usabilidad de las redes y los datos. Implica implementar cortafuegos, sistemas de prevención de intrusiones y protocolos de acceso seguro para defender contra accesos no autorizados, malware y ciberataques. Al mantener una seguridad de red robusta, las organizaciones protegen los datos sensibles y garantizan la transmisión segura de información a través de sus redes.
La seguridad de endpoints es el proceso de asegurar dispositivos de usuario final como escritorios, laptops y dispositivos móviles. Esta capa de seguridad involucra software antivirus, herramientas de detección y respuesta de endpoints para prevenir actividades maliciosas en los dispositivos. Las soluciones de seguridad de endpoints ayudan a garantizar que cualquier dispositivo que acceda a una red cumpla con los estándares de seguridad y no introduzca vulnerabilidades.
El fortalecimiento de redes implica reforzar las medidas de seguridad en toda una red para reducir las vulnerabilidades. Esto incluye actualizar el firmware, eliminar servicios innecesarios, implementar controles de acceso más estrictos y configurar cortafuegos de manera efectiva. El objetivo del fortalecimiento de redes es minimizar la superficie de ataque, dificultando que usuarios no autorizados comprometan la red.
La segmentación de redes divide una red en múltiples segmentos o subredes para limitar el acceso y contener las brechas de seguridad. Al aislar áreas específicas, las organizaciones pueden imponer políticas de control de acceso más estrictas, dificultando que los atacantes se desplacen lateralmente a través de la red. Este enfoque por capas de seguridad mejora la resiliencia general y protege la información sensible.
Las soluciones de Protección Avanzada contra Amenazas (ATP) detectan, previenen y responden a amenazas complejas que los métodos tradicionales de seguridad podrían pasar por alto. ATP involucra una combinación de análisis de comportamiento, monitoreo en tiempo real y aprendizaje automático para identificar y mitigar ataques cibernéticos sofisticados. Con ATP, las organizaciones pueden responder rápidamente a las amenazas y proteger activos críticos de actividades maliciosas avanzadas.